Como parte del cierre del Festival Interuniversitario de Teatro, que se desarrolló en el Campus Nueva Granada, se presentó por primera vez en Colombia La Nativa Teatro, compañía teatral dedicada al arte de la marioneta y los marotes, en su primera función de la obra El niño del plomo, escrita y dirigida por Luis Narváez, director y dramaturgo chileno.
El niño del plomo relata una parte de la historia del Imperio inca, con base en el descubrimiento en 1954, en el cerro El Plomo, del cuerpo de un niño ofrendado, hace más de cinco siglos, en la ceremonia de la capacocha. «Siempre el texto es un pretexto, y lo que deseamos es inspirar y, asimismo, ser un movilizador para contar algo que va más allá, y contarlo de forma diferente», afirmó Narváez, quien añadió: «La historia no se debe olvidar ni ocultar; por el contrario, nos permite elaborar el pasado y crear una identidad».
La obra fue dramatizada por medio de marotes, técnica originaria de Francia que emplea marionetas de tamaño natural, de mano cambiada, y en la que parte del cuerpo del marote forma parte también del de quien lo manipula.
