Luego de dos años de haberse radicado en el Congreso, con el acompañamiento de 11 congresistas liderados por la senadora Liliana Bitar, fue sancionada por el Gobierno nacional la «Ley Sarita», que permitirá reducir los tiempos para que los menores de edad reciban su cuota de alimentos.
Esta nueva norma, que entró en vigencia el 27 de agosto, permitirá que los tutores legales puedan acceder a los títulos judiciales (recursos económicos) sin necesidad de esperar una sentencia definitiva.
Antes de la «Ley Sarita», este dinero quedaba en manos del Banco Agrario, hasta que el proceso se resolviera, lo cual afectaba a los menores, pues no podían disponer del dinero para su manutención.
Adicionalmente, se ordena a los juzgados de familia presentar informes semestrales que reflejen el cumplimiento de la ley y se plantean sanciones disciplinarias para los funcionarios que retrasen injustificadamente la entrega de los recursos a los niños.
*¿De dónde surgió la iniciativa?*
La nueva ley está inspirada en Sara Guiselle, una pequeña de diez años con parálisis cerebral leve, retardo en el desarrollo psicomotor y epilepsia focal que le provoca rigidez en el lado izquierdo de su cuerpo. Ella, como otros cientos de niños colombianos, acudió por medio de su madre, Deisy del Carmen, al Consultorio Jurídico de la Universidad Militar Nueva Granada para pedir apoyo y demandar por alimentos a su padre, quien no respondió con sus obligaciones.
En este caso, la estudiante Lina María Cardozo Hernández, ahora egresada laureada de la Facultad de Derecho, como parte de su proceso de formación, tuvo la representación judicial de este caso.
Viendo las enormes dificultades, surgió un sentimiento de impotencia que sobrecogió a la estudiante y nos hizo pensar que este problema no solo lo estaban viviendo Sara y su madre, sino miles de personas —principalmente mujeres—en Colombia. Por ello, en compañía de Dafne Lorena Palacio, coautora del proyecto, se realizó una investigación en el Centro de Litigio Estratégico Nacional e Internacional (Celeni) de la UMNG, que dio origen a la iniciativa legislativa.
De esta manera, se identificó la posibilidad de impactar positivamente para cambiar esta realidad que hoy afecta a miles de niños en Colombia, quienes ven el dinero en una cuenta, pero no lo pueden siquiera tocar durante meses o incluso años, mientras soportan necesidades inexcusables.
